Utilizar correctamente los Equipos de Protección Individual (EPI) es esencial para garantizar una protección total en el lugar de trabajo. Empiece por comprobar que el EPI está limpio, no presenta daños y es adecuado para la tarea. Siga el orden correcto al ponérselo; por ejemplo, póngase primero el mono, luego el calzado de seguridad, los guantes, las mascarillas o respiradores y, por último, las gafas o pantallas faciales. Asegúrese de que cada prenda quede bien ajustada, sin apretar ni aflojar demasiado, ya que un mal ajuste puede reducir la eficacia. Una vez utilizados, evite tocar o ajustar los EPI innecesariamente para evitar la contaminación. Después del trabajo, quítese el EPI cuidadosamente en orden inverso, evitando el contacto con superficies contaminadas. Por último, limpie, desinfecte o sustituya el EPI según sea necesario para mantener su función protectora.